sábado, 25 de febrero de 2012

Capítulo 1: un instituto muy peculiar.

En las afueras de la ciudad de Málaga, por las montañas, hay un instituto para personas muy especiales. Son personas que poseen poderes y algunos una identidad secreta para la sociedad.
Cada uno tiene su historia, la de algunos es oscura y la de otros muy bonita.
El instituto se llama ``Marvel´´, donde aprendes a hacer justicia en el futuro, a pelear, y lo más odioso de todo, las asignaturas de toda la vida.
Son las 7:15, aún es de noche en las montañas. El instituto tiene las puertas abiertas. Varios chicos de 14 a 18 años entran, algunos van con su disfraz para ocultar su identidad, otros vienen volando, y otros caminan simplemente.
Aparece un chico en una harley davidson azul y con un dibujo de una llama en ella. Lleva una chupa negra de cuero con estilo rockero, lleva el pelo corto y castaño, con ojos azules y con 18 años.
Aparca su harley en los aparcamientos externos del instituto, cerca de un río y un bosque. Baja del vehículo y camina cerca del muro que rodea el instituto, la gente lo mira con rareza:
-Mira ese, no parece tener poderes- susurra una chica rubia a su grupo de amigas, situadas en la entrada del instituto.
El chico entra por la gran puerta de metal abierta y se encuentra en el gran patio del instituto, con jardines y las galerías.
Se dirige hacia la galería principal:
-¡Anda! Si es el nuevo- le señala un chico con un traje de mallas rojo y negro. Lleva máscara con la parte de los ojos de color blanco, dos katanas en la espalda envainadas y dos pistolas guardadas en sus caderas.
A su lado hay otro chico con un traje negro entero y con otra máscara con orejas puntiagudas y la parte de los ojos blanco también.
El chico de la chupa hace caso omiso a la gente y entra en la galería, para subir las escaleras que le llevaran a los pasillos del instituto.
Llega a la primera planta, gira a la izquierda y sigue caminando. Al final del pasillo se encuentra de frente con una puerta, con un letrero pegado en ella en el que se lee: ``Director Charles Xavier´´.
Da unos golpecitos con la mano en la puerta y entra en el despacho:
-Con permiso- saluda el chico.
-Ah, pasa, pasa- hay un hombre calvo y con esmoquin sentado en una silla de ruedas en un despacho, sentado en una silla del escritorio.
El chico se sienta en una silla frente a Charles Xavier, observa el despacho moviendo la cabeza, nota un olor a papeles y a tinta en el lugar, hace calor ahí dentro por lo que se abanica un poco con la mano. Mira al director cara a cara después de observar el despacho:
-Tu debes de ser Rafa Domínguez- Le dice el director mientras mira unas hojas que tiene en su escritorio.
-Sí, el mismo- rió Rafa.
-Me llamo Charles Xavier, o profesor X, director de este instituto tan peculiar. Antes tenía otro llamado mansión X, situada en Nueva York.- el director parecía simpático, siempre sonreía con cada palabra que salía de su boca.- como ya sabes, aquí preparamos a la gente con poderes para que sean en un futuro unos superhéroes defensores de la paz. Bienvenido.
-Gracias, profesor X.- sonrió Rafa, se sentía a gusto.
El profesor miró de nuevo unas hojas que tenía en la mesa:
-En tu hoja de datos pone que por la noche tus poderes salen al descubierto... ¿No es asi?
-Sí, así es profesor...- asintió preocupado, mientras miraba al suelo.
-Entonces es como el tópico de los vengadores nocturnos, ¿No crees?- sonrió
-Supongo- se arrascó la cabeza pensativo.
-Bien, puedes elegir si quieres pasar la noche aquí o en tu casa, tu eliges.
Rafa se lo pensó, tenía que ocultar algo, por eso decidió irse:
-Prefiero pasar la noche en mi casa en la ciudad, es que aún tengo mis maletas allí y todo eso...- levanto la cabeza, sonriendo y tranquilo.
-Muy bien, como quieras Rafa.
-Bien- se levantó de su silla.
-Sí, si tengo poderes.- dijo el profesor X derrepente.
-¿Cómo dice?- se paró Rafa de pie, al lado de su silla.
-Leo pensamientos, y acabas de pensar si tengo o no poderes.- puso una sonrisa muy mistoriosa.
-Oh, vaya- se sorprendió Rafa- contésteme a esto...
El profesor X miró fijamente a Rafa, que cerró los ojos para pensar:
-Así es, y la clase está en la tercera planta a la derecha, la 7-A- el chico pregunto en pensamientos si tenía que ir a clase.
-Es usted increíble...- sonrió con asombro.
-Ja, ja, no seas modesto conmigo, Rafa- sonrió a carcajadas- bueno, ve a clase, tu tutor se llama Logan, o mejor dicho, ``Lobezno´´.
-Ah, sí- asintió rápidamente y salio del despacho, cerrando la puerta tras él.
Nada más salir y girar a la izquierda tropezó con la espalda de un hombre grande y robusto, de 3 metros y con una especie de armadura naranja:
-¿Em? ¿Qué?- se dió la vuelta, llevaba un casco curvado, similar a un pasamontañas naranja- vaya, vaya, si es el chico nuevo... je, je.
Rafa había caído al suelo sentado por el golpe de aquel tipo tan duro. El tipo iba con otro que tenia un traje amarillo y naranja con garras en los guantes, pelo amarillo y una expresión en la cara muy brutal:
-No debistes haberte metido en este instituto- se crujió los puños el tipo rubio, con una voz fría y de tono bajo.
Rafa los miró serio en el suelo:
-¡Ya basta!- ordenó otro chico de atrás de los dos tipos.
Los matones se apartaron y Rafa pudo ver al chico. Iba con mallas azules, una estrella en el pecho, botas y guantes rojos, una máscara que dejaba ver solo los ojos celestes y la parte de la comisura, y un escudo redondo y grande en el pecho:
-¡Tú!- le señaló el tipo corpulento- tu eres el que ganó el torneo del año pasado...
-Sí, así es- sonreía vacilante- y ahora dejad a este chico e iros a tomar viento.
Los dos matones giraron la cabeza, miraron a Rafa y se fueron por el pasillo:
-¿Estás bien?- le ofreció la mano el chico a Rafa para levantarse.
-Sí, siempre hay algún gamberro en los institutos- sonrió, tomó la mano y se levanto del suelo.
-¿Cómo te llamas?- comenzaron  a andar por los pasillos.
-Rafa, Rafa Domínguez.
-¿Eres el nuevo?- Rafa asintió- ¿A qué clase vas?
-Creo que era 7-A...- subieron las escaleras.
-Ah, entonces vamos a la misma clase- rió- por cierto, me llamo Tobi, pero con este traje llámame Capitán América.
-Un placer- se estrecharon la mano.
-¿Cuál es tu poder?
-Solo lo verás por la noche...- llegaron a la tercera planta
-Ya te enseñaré yo los míos- llegaron a la puerta de la clase girando hacia la derecha- de momento entra ya en clase, yo aún tengo que cambiarme, vengo de una misión.
-Am... bueno, pues ya nos veremos, Tobi. Un placer conocerte- sonrió Rafa y Tobi se fue, bajando las escaleras rápidamente.
-¡Igualmente Rafa!- le respondió mientras bajaba las escaleras.
Rafa apartó la vista del chico y giró la cabeza para mirar la puerta de entrada a la clase 7-A. Sintió nervios, porque al entrar, se encontrará rodeado de gente que jamás habrá visto. Pero tragó saliva y giró el pomo para abrir la puerta.
-¿Se puede?- preguntó asomando la cabeza por dentro. Había mucha gente, sentados de dos en dos en pupitres, y el profesor explicando algo en la pizarra.
La gente iba sin sus disfraces de superhéroes, iban con ropa normal y algunos con ropa rara. Miraban a Rafa callados y con curiosidad.
El profesor tenía un peinado raro de punta y llevaba una chaqueta marrón de cuero:
-Pasa, pasa- le respondió el profesor- siéntate ahí- señaló a una mesa.
Rafa entró, cerrando la puerta tras él, y caminó hacia su sitio. Al lado de su pupitre estaba sentado un chico de pelo negro, un poco largo y con una sudadera roja con capucha:
-Menuda chaqueta- susurró un chico de la clase.
Rafa se sentó silenciosamente y miró al profesor:
-Tú debes de ser Rafa Domínguez, el novato- sospechó el profesor- yo soy el profesor Logan, también conocido como Lobezno.
-Encantado- dijo Rafa.
-Bueno, ahora mismo estábamos dando justicia y leyes sociales, pero como acabas de llegar dejaré la hora libre para que te incorpores- recogió unos libros y borró la pizarra- mañana seguiremos con la explicación.
Todos se pusieron a hablar, el chico que estaba sentado al lado de Rafa lo miró:
-Hola- se presentó sonriendo- me llamo Ignacio, ¿y tú?
-Rafa, ¿qué tal?- Rafa era un poco tímido a veces.
-Bien. ¿Vienes de Málaga?
-Sí, del barrio de las Chapas
-Casi todo el mundo viene de la ciudad de Málaga- suspiró Ignacio.
-Normal, tío, si es la más cercana de por aquí- sonrió Rafa.
-Yo también vivo por las Chapas.
-Ja, ja, eso si es casualidad- rió Rafa.
-¿Cuáles son tus poderes, Rafa?
-Bueno, es que yo solo los muestro por la noche, de día no puedo...- miró al suelo.
-Vaya, habrá que esperar para verlos.- chasqueó los dedos.
-¿Y los tuyos, Ignacio?
-Sufrí una picadura de araña que me dió poderes: lanzo redes, trepo muros, fuerza y velocidad aumentadas, y lo mejor, mi sentido arácnido.
-Ojalá mis poderes sean así...- sonrió sin ganas.
-¡Hola!- saludó derrepente el chico de delante, dándose la vuelta. Tenía el pelo castaño y rizado- me llamo Leo, Rafa, y yo tengo poderes similares a los de un niiinjaaaa.
-Em... encantado, Leo- sonrió Rafa con rareza.
-Antes me vistes con mi traje rojo y mis katanas, ¿me recuerdas?- levantó el pulgar de la mano derecha.
-Ah, sí, el de la entrada.- abrió los ojos Rafa al recordar.
-Sí, mi nombre especial es Deadpool, el mercenario bocazas, y el que estaba conmigo es el negro de detrás tuya.- Rafa se giró en el pupitre y vió un chico de piel oscura detrás, serio y con la mirada fija en Leo.
-¡No me llames negro, gilipollas!- estaba sentado solo- llámame Otavio.
-Hola- saludó Rafa, pero el chico no le devolvió el saludo, ni siquiera lo miró.
-Yo me llamo Niko- se dió la vuelta el que estaba sentado al lado de Leo, delante de Rafa e Ignacio, con pelo negro y con flequillo.
-Hola Niko- se dió la vuelta Rafa y le saludó.
-Niko no posee poderes- le explicó Leo- pero es el chico más listo, más rico y más ligón del instituto.
-¡Sí, je, je!- sonrió Niko emocionado.
Rafa se fijó que Niko tenía una luz en el pecho, bajo la camiseta negra, una luz redonda y celeste:
-¿Qué es eso?- señaló Rafa a la luz.
-Es un reactor ARC, me mantiene con vida a mí y a mi armadura- le respondió dándole unos toquecitos.
-¿Armadura?
-Así es, tengo la armadura más potente del mundo.
-Egocéntrico- susurró Leo.
-Habló el más indicado- le respondió Niko riéndose.
Rafa se sentía a gusto con ellos.
Derrepente alguien entró en la clase, un chico rubio con ojos celestes y alto:
-Pasa Tobi, estábamos saludando a Rafa, el chico nuevo- le explicó el profesor Logan.
-<<Tobi...>>- pensó Rafa.
Tobi asintió sonriente y se sentó junto a Otavio:
-¿Qué tal?- pregunto.
-Bien- respondió Otavio.
-Ese es Tobi, el más fuerte del insituto- le susurró Ignacio a Rafa, mirando ambos hacia delante para que no les escuchase- ganó los dos últimos torneos del instituto.
-¿Qué torneos?- se extrañó Rafa.
-Son unos de lucha entre los alumnos de Marvel que se organiza cada año, el que gana  recibe un trofeo y pasta.
-¿Y quiénes se presentan normalmente?- miró Rafa a todos los de la clase.
-Los más fuertes, evidentemente, como Tobi, Otavio, Javier Jiménez, Esteban López...
-¿Quiénes son esos dos últimos?- miró a todos de nuevo.
-Mira- señaló Ignacio a un chico corpulento con gafas y pelo negro de punta- ese es Javi Jimenez, cuando le sube la tensión se transforma en un monstruo verde muy poderoso... Y ese- señaló a otro chico alto con gafas de sol y pelo negro- ese es Esteban, sufrió un accidente que lo dejó ciego pero que le aumento la fuerza y la velocidad, y además tiene los oídos superdesarrollados...
-Parecen fuertes- sonrió Rafa- pero a mí los torneos no me van.
-Quedan 10 minutos para el recreo, tíos- avisó Leo, que se giró hacia atrás.
-¿!Sí!?- se alegró Tobi- ¡Qué bien!
Rafa miró a todos los de la clase, había chicas guapas, pero clavó la vista en una. Tenía el pelo morado oscuro, medio largo y con un flequillo que apenas le dejaba ver sus ojos rojos. Llevaba puesto un traje negro ajustado:
-Guau...- se sorprendió Rafa. La chica estaba en la primera fila.
-Ah sí, esa es Violet- le explicó Ignacio susurrando- es la más fuerte de entre las chicas, se rumorea que es novia de Tobi.
-Bueno- dijo el profesor Logan tras una palmada con sus manos- ya solo quedan 3 minutos para el recreo, podéis ir recogiendo.
Los chicos sacaron sus desayunos de las mochilas con rapidez. Lobezno se acercó a Rafa:
-Rafa, vi tu harley- le sonrió- es preciosa.
-Gracias profe- sonrió Rafa- la tengo desde los 14 años.
-Pues es la hostia, yo tengo una yamaha roja, te la tengo que mostrar.
-Para carreras, si molan mucho- miró a sus amigos, y luego a Logan- antes era un motorista acróbata, hasta que...- miró al suelo triste.
-<<Rafa...>>- pensó Ignacio- <<¿Qué te pasó?>>
El timbre sonó y todos los alumnos se levantaron de golpe para irse al recreo.
Lobezno se quedó mirando a Rafa fijamente.


















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